lunes, 6 de febrero de 2012

Primer día. 6 abril - Londres

Nuestro primer día en Londres ha sido bastante largo, intenso e interesante. Londres es una ciudad con mucho que ver y nosotros tenemos la intención de ver lo máximo posible en los pocos días que tenemos para visitarla. Así que hemos comenzado el día con un buen madrugón. Para las 7:30  de la mañana ya estábamos desayunando en el buffet del alojamiento, donde he intentado con bastante poco éxito comunicarme con el camarero, pero se ve que no hablábamos el mismo inglés, el mío debe ser más british sin duda. Aunque finalmente he desayunado, pero eso sí, lo que él ha querido.

Hemos quedado en Hyde Park Corner a las 11 de la mañana, hoy haremos la excursión gratuita de Sandemans, algo que ya hemos convertido en una tradición en todas nuestras vacaciones. Pero antes queremos pasear por el famoso Hyde Park, el parque real más grande  y famoso de Londres, que abarca más de 142 ha, algo así como el Principado de Mónaco. Hemos estado paseando aproximadamente una hora y media y solamente hemos podido llegar hasta el puente del lago  Serpentine. En verano tiene que ser una gozada hacer deporte en este parque.

Hyde Park
Nuestro tour ha comenzado en el arco de Wellington. Situado en la entrada de Green Park, y que se construyo para conmemorar todas las victorias que había conseguido el duque de Wellington en el campo de batalla. Este arco, tiene la estatua de bronce más grande de Europa.
Paseando por Green Park, hemos llegado hasta el palacio de Buckingham, mundialmente famoso por ser la residencia de la reina de Inglaterra.  Realmente el principal motivo por el que se visita este palacio, es por el cambio de guardia, donde el cuerpo de guardia del palacio de St. James desfila por The Mall para encontrarse con el cuerpo de guardia del palacio de Buckingham. Mientras la banda toca, tiene lugar la ceremoniosa entrega de las llaves de la guardia saliente a la nueva de reemplazo. Cuando los centinelas se han cambiado, la vieja guardia vuelve a Wellington Barracks y la nueva de St. James vuelve desfilando hasta el palacio de St. James.
Arco Wellington
Nos ha coincidido el cambio de guardia con nuestra llegada al palacio de Buckingham, así que tras unas breves explicaciones sobre la historia del palacio, hemos ido paseando por el parque de St. James al palacio del mismo nombre. Este palacio es una imponente casa de estilo tudor. La casa es lo único que se conserva del edificio iniciado en 1530. Durante más de tres siglos fue la residencia oficial de los reyes y reinas de Inglaterra.

Posteriormente hemos ido a Trafalgar square.  Esta plaza es el centro simbólico de Londres, donde se celebran manifestaciones, donde se celebra el año nuevo, y donde está el signo más potente de Londres, la Columna de Nelson de 52 m de altura, que conmemora la victoria de este sobre Napoleón en la batalla de Trafalgar.  Aquí se encuentran edificios tan importantes como La National Gallery y National Portrait Gallery, además de la iglesia de St. Martin – in – the – Fields. El solemne Pall Mall discurre hacia el suroeste, donde se alza el Admiralty Arch tras el cual se abre The Mall, que lleva hasta el palacio de Buckingham.

Después de pasar un rato en esta grandilocuente plaza, nos dirigimos hasta Horse Guards Parade, histórica entrada oficial a los palacios reales y resguardada por dos guardias a caballo, y desde donde se puede ver nuevamente St. James Park.
Palacio St. James
De puntillas pasamos por Downing St, residencia oficial del primer ministro británico, camino de la Abadía de Westminster, aunque lo primero que se asoma ante nuestros ojos es la famoso y mundialmente conocido, torre del reloj de las casas del parlamento, conocida por el nombre de su campana, Big Ben, que simboliza el gobierno británico.  La esfera del reloj tiene 7 mt de diámetro, la manecilla horario 2.7 mt y el minutero 4.2 mt. La melodía está basada en el aria de Händel, sé que mi redentor vive.

Nuestra excursión termina en la Abadía de Westminster, sede de las coronaciones, panteón de reyes, reinas y personalidades británicas. Esta abadía se construyó en 1050 por orden de Eduardo El Confesor, quien fue coronado rey en ella, con lo que inicio una tradición que llega hasta la reina actual. También fue el primer rey en ser enterrado aquí.  La abadía es una maravilla, que mezcla diferentes estilos arquitectónicos, siendo el mejor ejemplo del gótico inglés.

Al acabar la excursión nos dirigimos al otro lado del Támesis, para comernos a los pies del London eye unos hot dog, que adquirimos en un puesto callejero. No es que estuviesen demasiado buenos, pero nos han servido para coger un poco de fuerza. Seguramente nos desquitaremos de ellos en la cena. Sin duda.
Mientras comemos, y aunque no subimos a la noria, admiramos la mayor atracción turística de Londres, inaugurado en 2000 frente a la sede del parlamento, y en el extremo suroeste de Jubilee Gardens.
Tras un momento de relax, después de la nutritiva comida, damos un paseo por la orilla situada frente a las casas del parlamento, donde se pueden obtener unas vistas fantásticas para las fotografías, eso sí, si el tiempo acompaña, algo que no está ocurriendo. En el suntuoso palacio de Westminster, también conocido como houses of paliament, se hallan la cámara de los comunes y la cámara de los lores. Este edificio se construyó entre 1840 y 1860, en pleno furor del estilo neogótico. Desde luego el rasgo más famoso del exterior es el Big Ben. En el extremo opuesto del edificio se alza la victoria tower, finalizada en 1860.

Después de hacer las mil fotos de rigor cruzamos a la otra orilla por Lamberth bridge , para pasear por las inmediaciones de la abadía y desde aquí dirigirnos a las Churchill War Rooms, o Cabinet War Rooms. Este nido de estancias subterráneas sirvió de alojamiento seguro al gobierno y a los consejeros militares durante la segunda guerra mundial. Se ha usado en más de cien ocasiones. Hoy es un reducto temporal den el que los relojes están parados en las 16:58 horas del 15 de octubre de 1940. Se pueden visitar  la cocina el comedor y el dormitorio del matrimonia Churchill. Muchos de los discursos a la nación se prepararon aquí y se pueden escuchar. Es fácil imaginar el tráfico de información secreta, las reuniones y los planes, las llamadas telefónicas transatlánticas y a Winston Churchill trabajando.  La visita ha resultado muy histórica e interesante, ya que te sitúa perfectamente en la delicada situación de gobernar un país en plena guerra.

Abadía Westminster
A la salida de las Cabinet War Rooms y cerca del Big Ben, hacemos un alto en el camino para tomarnos unos cafés. Yo soy un admirador del café, pero Alba ha resultado ser aún más admiradora de esta bebida, casi fanática, y este será solamente el primero de muchos de los que degustaremos en Londres. Una vez hemos renovado nuestras fuerzas, damos un paseo por la orilla del Támesis, hasta Horse Guards Avenue para dirigirnos a Trafalgar Square, donde pasamos un rato haciendo unas cuantas fotos, y donde pudimos ver el enorme reloj que han colocado para marcar la cuenta atrás para la inauguración de las olimpiadas, en 145 días 2 horas 2 minutos 52 segundos Londres será olímpica.

Esta mañana, nos han comentado que la cripta de la iglesia, St-Martin-in-the-fields se ha convertido en un Pub, y eso lo tenemos que ver con nuestros propios ojos. Más que de un pub se trata de un restaurante de comida rápida. Es curioso, arriba celebrando misa y rogando por los más necesitados y elogiando la austeridad, mientras que abajo se está comiendo y bebiendo, es decir, todo lo contrario a lo que arriba se predica. Curiosidades de la religión, está claro que en todos los sitios es igual.

Coven Garden
A última hora de la tarde, hemos estado paseando por el barrio de los teatros, callejeando sin más, hasta que hemos acabado en Coven Garden Piazza. Esta fue la primera plaza que se planificó en Londres, y que está plagada de turistas haciendo sus compras. Las tiendas, y los artistas callejeros son típicos de esta zona. Es la plaza más europea de Londres. Por el día estállenla de gente que pasea y compra; por la noche, de los que van al teatro y de los que buscan algo de juerga.

Hemos decidido cenar en esta zona, y hemos dado con un pequeño y familiar Bistró, donde unas sopas calientes de verdura y unos platos de pasta con aros de cebolla nos devuelven a la vida.
Al finalizar esta opípara cena, ponemos rumbo al hostal. El día ha sido largo y mañana queremos volver a madrugar para seguir recorriendo esta enorme ciudad.