Candem Market |
Candem es el mercadillo callejero más animado de Londres. A primera hora de la mañana apenas había gente en Candem, pero según ha ido avanzando la mañana ha comenzado a llegar un montón de gente, la mayoría de ellos españoles, que agobiante. Es curioso el ambiente que se puede respirar en este mercado “alternativo” donde puedes comprar todo lo que te puedas imaginar, y puedes probar la gastronomía de por lo menos tres continentes diferentes. Está claro que tiene muy bien ganada la fama. Alba se lo ha pasado en grande, creo que no ha dejado una camiseta por mirar, ni un puesto que cotillear. Interesante el paseo matutino.
St. Paul |
Antes de visitar la catedral
y dada la hora que ya era, decidimos comer algo, una mala costumbre que tiene
uno de comer todos los días. Además en esta ciudad o comes pronto o
directamente cenas, ¡dios quien les pondría estos horarios! Puesto que aún no
hemos probado la mundialmente reconocida gastronomía londinense, nos
aventuramos con unas jacket rellenas de atún y carne y un
cuarto de pollo asado. Menuda recarga de energía. Por supuesto las jacket han
sido bien acompañadas de una London Pride, una de las más famosas cervezas ale que se fabrican en la ciudad. Según
tengo entendido, en Londres comer con agua es pecado capital…
Lo primero que hemos hecho
después de comer ha sido tomarnos Alba y yo un café, después visitar la
catedral, que sin duda es la iglesia más importante de la diócesis de Londres y
la obra maestra de Sir Christopher Wren. El edificio actual se empezó a
construir en 1666, después de que el gran incendio destruyese la antigua
iglesia. Tras visitar la catedral de St. Paul, donde había muchísima gente, y
para bajar la comida, hemos intentado ir andando hasta la columna que conmemora
el incendio de 1666, pero no hemos dado con ella. Una de dos, o han desmontado
la torre por algún extraño motivo, o no es tan grande como dicen las guía y no
la hemos visto al pasar, porque yo he seguido el mapa a rajatabla.
Pero sin darnos cuenta, y
sin que fuese nuestra intención, hemos llegado hasta la Torre de Londres. Así
que ya una vez aquí, decidimos visitarla, aunque la entrada es cara de narices.
La Tower of London es la fortaleza medieval británica mejor conservada. En su
interior hay un palacio, una cárcel, un patíbulo, capillas y museos, y lo más
visitado, las joyas de la corona. La torre de Londres está vigilada por los
Yeomen Warders, o “beefeaters” desde 1485. La función de estos es la de
custodiar la fortaleza y las joyas de la corona. El puesto exige haber servido
como mínimo 22 años en el ejército y haber recibido una condecoración y una
medalla de buena conducta. Las joyas de
la corona son las vestiduras e insignias ceremoniales que se utilizan durante
la coronación y no como la mayoría de la gente piensa, las alhajas de la reina.
La pena ha sido que la hemos tenido que ver a toda leche porque hemos entrado a
las 4 y cierran a las 5.30, y en la cola para ver las joyas se pierde mucho
tiempo. Pese a que no la hemos podido ver en su totalidad, es una visita que
merece mucho la pena.
Lo que queda de tarde la
hemos pasado paseando sin rumbo fijo por el soho, hasta que hemos topado con un
buffet Thai, con tan buena presencia que hemos decidido cenar en él. Ha sido todo un acierto de sitio.
Tower London |
Al finalizar la visita a la
torre, cruzamos el río por el Tower Bridge. Este emblemático monumento,
seguramente el segundo más famoso después del Big Ben, es una obra maestra de
la ingeniería victoriana y uno de los lugares ineludibles a visitar. Las
mejores vistas se disfrutan desde el muelle delante de la torre de Londres pero
la mejor manera de disfrutarlo es cruzando a través suyo, hacia la zona de
South wark, algo que nosotros decidimos hacer. Supongo que este barrio tendrá
curiosidades ocultas que merezcan la pena ver, pero preferimos coger un autobús
que nos lleve hasta Trafalgar square y posteriormente allí coger otro hasta
picadilly circus. En total 45 minutos de trayecto. Como para haberlo hecho andando.
Tower Bridge |
Poco a poco, y después de cenar
nos hemos retirado al alojamiento. Mañana es nuestro último día en Londres y
tenemos la intención de aprovecharlo a tope.