Pero sin darnos cuenta, y
sin que fuese nuestra intención, hemos llegado hasta la Torre de Londres. Así
que ya una vez aquí, decidimos visitarla, aunque la entrada es cara de narices.
La Tower of London es la fortaleza medieval británica mejor conservada. En su
interior hay un palacio, una cárcel, un patíbulo, capillas y museos, y lo más
visitado, las joyas de la corona. La torre de Londres está vigilada por los
Yeomen Warders, o “beefeaters” desde 1485. La función de estos es la de
custodiar la fortaleza y las joyas de la corona. El puesto exige haber servido
como mínimo 22 años en el ejército y haber recibido una condecoración y una
medalla de buena conducta. Las joyas de
la corona son las vestiduras e insignias ceremoniales que se utilizan durante
la coronación y no como la mayoría de la gente piensa, las alhajas de la reina.
La pena ha sido que la hemos tenido que ver a toda leche porque hemos entrado a
las 4 y cierran a las 5.30, y en la cola para ver las joyas se pierde mucho
tiempo. Pese a que no la hemos podido ver en su totalidad, es una visita que
merece mucho la pena.
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Tower London |
Al finalizar la visita a la
torre, cruzamos el río por el Tower Bridge. Este emblemático monumento,
seguramente el segundo más famoso después del Big Ben, es una obra maestra de
la ingeniería victoriana y uno de los lugares ineludibles a visitar. Las
mejores vistas se disfrutan desde el muelle delante de la torre de Londres pero
la mejor manera de disfrutarlo es cruzando a través suyo, hacia la zona de
South wark, algo que nosotros decidimos hacer. Supongo que este barrio tendrá
curiosidades ocultas que merezcan la pena ver, pero preferimos coger un autobús
que nos lleve hasta Trafalgar square y posteriormente allí coger otro hasta
picadilly circus. En total 45 minutos de trayecto. Como para haberlo hecho andando.
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Tower Bridge |
Lo que queda de tarde la
hemos pasado paseando sin rumbo fijo por el soho, hasta que hemos topado con un
buffet Thai, con tan buena presencia que hemos decidido cenar en él. Ha sido todo un acierto de sitio.
Poco a poco, y después de cenar
nos hemos retirado al alojamiento. Mañana es nuestro último día en Londres y
tenemos la intención de aprovecharlo a tope.